sábado, 8 de febrero de 2014

Crónicas de un día de locos...

No creáis que es fácil ir a un lugar, presentar tu libro y triunfar. Eso son solo deseos de autores, pero claro, vivimos de esos sueños. La realidad es completamente diferente. Primero debes buscar un sitio adecuado porque deseas que la gente que viene a apoyarte esté cómoda y feliz. Lógicamente, si me pongo en la puerta de la Catedral, vestida de flamenca y con un micro, llamaré más la atención que si pongo un sencillo cartel en una puerta de una librería. Pero claro... no sé bailar. Bromas a parte, esta presentación era especial porque mi editora no podía estar a mi lado.La pobre está liada con un proyecto muy importante y no se puede dividir, así que me iba a encontrar sola para todo tipo de adversidades. La primera
fue que no me llegaron todos los ejemplares que necesitaba. ¡¡Casi me caigo de espaldas!! La noche anterior tuve que tomarme una tila, pero pensé, " tranquila, chica, siempre suele suceder algo inesperado y la gente no viene" La ley de Murfy. Por la mañana me levanté con una sonrisa, llevé a los niños al cole y regresé para seguir haciendo lo que me gusta, escribir. Naturalmente, cuando haces aquello que amas el tiempo pasa rápido y entre unas cosas y otras, llegaron las cinco y media. Me monté en el autobús y con los cascos puestos, marché hacia Granada.  Anduve desde el Palacio de Congresos hasta la calle Obispo Hurtado, que es donde se encuentra la librería. En la puerta respiré y me dije: tranquila... Entré y me dirigí a Mar, la encargada. Cuando le dije que no tenía muchos libros me abrazó y me dijo: Tú tranquila, si vienen un millar, pues los reservamos.
Aquello me hizo sonreír y pensé que en verdad todo tiene remedio menos la muerte. Salí fuera para tomar aire y vi un wassap de una mujer muy especial para mí, Laura Díaz. Ella ha sido y será un ejemplo a seguir. A pesar de que la vida se gira e intenta joderla, ella siempre termina dominándola y eso es algo que me sorprende; ella sí que coge al toro por los cuernos y no lo suelta por mucho que se mueva. Así que con cara de pena fui a su encuentro para tomar un café. Sin embargo, una vez que estoy a su lado y siento esa fuerza, yo comienzo a absorberla y me crezco. Ella me presentó a dos mujeres más, una ya la conocía por el face, mi querida Mononoke María, pero la otra señora no, otro bellezón. Jajajaja, si hubieseis visto la cara del camarero ante tanta mujer... jajajajaj!!!! Sigo con la presentación que me enredo en otras cosas... Después del café, todas nos marchamos hacia la librería. Me habían colocado entre unas estanterías de libros de Derecho, bajaron un cartel y ...¡¡Voila! Comenzó todo. Daba igual que estuvieran cinco o seis asistentes, al final todos los clientes que andaban por allí estuvieron escuchando la charla, pero sí importó que estuvieran a mi lado y me apoyaran. Entre los asistentes, había una chica que no conocía, y me dijo que había venido de Ciudad Real para verme, que había visto el evento por internet y que le pareció interesante. Me quedé sorprendida, eran muchos kilómetros para verme. Y llené mi ego hasta el máximo con aquel gesto. En resumen, gracias por venir y respaldarme, después de tantos nervios fue una tarde encantadora y llena de sonrisas. Mil besos y espero veros en la siguiente.

3 comentarios:

  1. Prueba superada, ahora toca Picasso Almería, te animas???
    Seguro que pasaríamos una tarde estupenda!!!
    Besos!!!
    P.D. Nunca dejes de perseverar.

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  2. Nos lo vamos a pasar...¡piratas! Gracias, estaré encantada de ir y disfrutar esos momentos contigo. Besos!!

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  3. Un dia escuché que el amor mueve montañas y que si Mahoma no va a la montaña se pone a jugar al parchís...¿o no era asi? En fin creo que entre tanto lio me entiendes perfectamente. Tu imaginación mueve más que corazones. Me encanta ,me encantas!! Tqm.

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